¡Rooooooaaaaarrrrrrrrr! Buah, qué bostezo más largo, tengo un sueño… ¡y eso que llevo durmiendo más de 120 MILLONES DE AÑOS! Soy Corco, seguramente me veáis algo distinto al resto de mis amigos animales de Iberozoa… ¡eso es porque soy un dinosaurio! Y, ¿qué diferencia hay, si también soy un animal? Pues que mientras que mis amigos Berto, Walter o Escalerita viven hoy en día, yo viví muuuuucho tiempo antes que ellos, más que vuestros abuelos, tatarabuelos, tataratatarabuelos… Nací y viví en el Cretácico de Cuenca, así que, si me buscáis por el campo como a mis amiguitos, no me encontraréis. Entonces… ¿dónde podéis verme? Pues mi antigua casa se llama las Hoyas, pero me sacaron de allí… ahora me encuentro en el Museo Paleontológico de Cuenca, ¡durmiendo en una cama de rocas por millones y millones de años! Aquí la tenéis:

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Pensaréis, qué dino más vago, siempre durmiendo… ¡pues os equivocáis! Los eones desgastan mucho y por eso ahora estoy como estoy, pero cuando corría por los lagos y humedales que había en Cuenca hace millones de años era un portento: tenía una joroba en la parte de atrás, pequeñas plumas en los brazos y una mandíbula llena de dientes muy muy afilados. Pero, sobre todo… ¡tenía mucha hambre! Tanta hambre que me comía a cualquier dino o animal más pequeño, así que todos me tenían miedo, porque además… ¡Medía 7 metros! Era un grandullón, jejeje. Pero no os asustéis, ¡soy un reptil muy alegre e interesante!

Así que si queréis despertarme a mí y a los animales fósiles que vivieron conmigo y hoy descansan en sus camas rocosas, ¡sólo tenéis que acompañarnos en nuestras aventuras paleontológicas recorriendo la historia de la vida en el pasado!

Por cierto, también podéis llamarme Pepito, jejeje.

Imagen: https://theconversation.com/el-cameo-de-concavenator-el-dinosaurio-de-cuenca-en-jurassic-world-98256 Ilustración: Óscar Sanisidro